domingo, 14 de agosto de 2011

Capitulo18: Despedidas...

Abrí los ojos de golpe.
Estaba sola en el suelo de aquel lugar tan claro y blanco, era todo lo contrario a esa visión.
Recordar todo lo que había visto provoco que unas lagrimas se desbordaran de mis ojos.
- Lo has visto ¿Cierto? - Era la inconfundible voz de Ruth a mis espaldas, me levante y me gire para verla. Sabia perfectamente a lo que se refería.
- S... Si.
-  Eso es lo que pasara si no encontramos pronto al destructor.

Hubo un largo silencio, yo estaba sumida en mis pensamientos mientras Ruth tenia los ojos cerrados y movía su boca sin producir algún sonido.
Dejo de hacer eso y se acerco a mi.
- Es hora de regresar con los chicos. - Me ayudo a levantarme, pero antes de llegar tenia que hacerle unas preguntas.
- Ruth...
- ¿Si?
- ¿Que fue lo que estabas haciendo hace unos momentos?
- ¿Con los labios?
- Si
- Era la ultima parte para terminar con la devolución de tus poderes, por cierto observa tu muñeca.

Al hacer eso vi que tenia cientos de símbolos muy, muy pequeños, en realidad eran apenas visibles pero había uno que se situaba justo en medio de todos y era el mas extraño pues era un símbolo de infinito (∞) 
- ¿Por que son tantos?
- Porque son todos los poderes que has recuperado.
- Y ¿Que significa este infinito?
- Que todavía tienes infinidad de poderes, ósea que puedes hacer absolutamente lo que quieras.
- Wow, es impresionante.
- Bastante ¿Cierto?
- ¿Y como los convoco o eso?
- Seguramente Allen te enseñara pero ¿Como lo haces normalmente?
- Hmm, no es nada especial, solo me concentro en el poder que quiero y lo digo en voz alta.
- ¿Podrías darme un ejemplo?
- Claro... Pero ¿Con que? 
- ¿Que sabes controlar?
- Pues sanacion, detener el tiempo, crear pequeños campos de protección y controlar dos elementos.
- Todo eso en tan pocos meses es impresionante, seguramente pronto podrás controlar todos tus poderes pero por ahora, muestrame que elementos sabes controlar.
- Solo son la tierra y crear fuego por mi misma.
- Muestrame eso del fuego.
- Es... Esta bien.

Cerré los ojos y respire hondo. 
Me concentre completamente en el fuego.
Todo lo que había en este momento en mi mente era fuego, su calor, la sensación que me producía al momento de crearlo, las llamas...
Eso es lo que me había dicho Allen que tenia que hacer.
Dije en voz baja "Fuego" y chasquee mis dedos.
Cuando abrí los ojos una pequeña flama flotaba encima de mi mano extendida.
- Impresionante técnica, la había visto una sola vez antes.
- ¿Ah si? ¿Con quien?
-  Con tu padre.
- Lo dijo con nostalgia y tristeza, parecía que le dolía mencionar a mi padre. Me dio a entender que la conversación había terminado y empezó a caminar.
Desvanecí la flama yaciente de mi palma y la seguí sin decir una sola palabra.
Me sorprendí al oír que la técnica tan sencilla que yo usaba también era de mi padre. Aparentemente me parecía mucho a el.
Ahora nada de eso me importaba, estaba realmente ansiosa por llegar con Allen y tomar su mano, ya no quería esperar mas, aparte estaba muy preocupada, yo se que no le pasaría nada pero me urgía llegar con el y saber que estaba bien. 
Mientras caminábamos observe con detenimiento cada símbolo en mi muñeca, pensé que seria difícil ocultarlo y mas a mi mama ya que, no sabia como, ella podía saber si escondía algo. Era una tontería pensar en eso pero era lo único que quería que abarcara mi mente, ya no quería llorar mas.
Después de una larga caminata, creo que incluso mas que la primera, llegamos con Allen y los hermanos de Ruth los cuales todavía tenían la espada y el arco con las flechas.
Me acerque corriendo a Allen y el hizo lo mismo, me abrazo muy fuerte y yo me aferre a el. Nos separamos después de un corto lapso pero nos tomamos de las manos.
- Ahora... - Sorpresivamente hablo Ricardo antes que Ruth. - Ya que Zoé tiene todos sus poderes tu Allen tienes que enseñarle a usarlos los mas pronto posible.
- Pero mientras logras esto les daremos estas dos armas para protegerse.
- Dijo Eder dandome a mi el arco con las flechas. - Esto te ayudara a defenderte de futuros ataques, ya que seguramente el destructor aprovechara tu vulnerabilidad pero con esto no lograra hacerte daño.
- Y tu Allen toma esta espada, se que no te hará falta, pero no siempre podrás depender de tu fuerza y tus poderes, así que usala cada vez que te encuentres en un ataque cuerpo a cuerpo o en este caso, arma a arma.
- Dijo Ricardo mientras Allen tomaba la espada.
- No deben preocuparse por el tamaño ya que tu Zoé tendrás esto - Ruth me mostró una pequeña pulsera en forma de cadena y la puso en mi muñeca derecha. - Con dos de tus poderes puedes encoger y agrandar cosas así que si encoges estas armas podrás colgarlas en este brazalete y las traerás siempre contigo, por ahora yo lo haré ya que tu no sabes como pero Allen tendrás que mostrarle y pronto
- Entendido.
- Respondió el mientras Ruth encogió las dos armas y las colgó al brazalete, fue bastante rápido y aparentemente, bastante fácil.
- También tendrás que enseñarle a usar un arco y flecha. - Dijo Ricardo 
- hmmm... Por eso no hay problema.
- ¿A que te refieres Zoé? -
Ahora el que hablo fue Eder.
- Hace mucho cuando fui a un campamento me enseñaron a usarlos, incluso fui una de las mejores en aquel entonces, así que no hay problema
- Es bueno oír eso. -
Me dijo Allen mientras me sonreía como normalmente lo hacia, eso me tranquilizaba bastante.
- Sin embargo Zoé eso paso hace mucho ¿podrías darme una muestra de tu puntería? - Me pidió Ruth, parecía que ella dudaba de mi y eso era algo que me molestaba, si no supiera como hacerlo no hubiera dicho nada, pero para demostrarle que no debía dudar de mi hice lo que me pidió.
- Si claro, ¿Hacia que blanco?
- Hacia ese... -
Me dijo ella mientras apuntaba hacia un blanco que recién ella había dibujado , era parecido al circulo con símbolos que hizo cuando me devolvió mis poderes solo que este no tenia símbolos, cuando termino de dibujarlo agrando el arco junto con las flechas y los hizo flotar hacia mi.
No había visto lo hermosas que eran las flechas, estaban muy adornadas, tenían cinco pequeñas joyas cerca de donde estaba la punta, El astil* era de un color dorado muy brillante, que a mi simple vista parecía ser oro verdadero, las plumas eran de un color turquesa que al moverlas cambiaban a un  color azul marino muy obscuro. Eran preciosas, se me hacia un desperdicio usar flechas  así en un combate en el que probablemente se perderían.
Acomode el arco y la flecha en la posición que me habían enseñado en ese campamento, jale la cuerda junto con el culatin** de la flecha lo mas que pude sin romper la cuerda. Me concentre y puse mi mira en el blanco, respire hondo y solté la cuerda.
La flecha se disparo dándole justo en el medio del blanco que Ruth había dibujado, todos estaban sorprendidos excepto Allen y... Ruth. La oí susurrar "Perfecto" y cuando voltee a verla tenia una gran sonrisa en su rostro, parece que sabia que eso iba a pasar.
Sin decir nada mas Ruth encogió el arco y lo colgó en el brazalete que me dio.
- Zoé, estas flechas fueron creada por las cinco familias protectoras, por eso debajo de la punta hay cinco joyas, cada una representa a una familia.
- ¿Para que las crearon?
- No sabría decirte, ya que los creadores, o los primeros jefes de casa familia murieron hace miles de años sin decir el motivo, pero parece que era por precaución por si algo así pasaba.
- ¿Y cuando las flechas se acaben?
- Tendrás que aprender a crear tus propias flechas.
- ¿Como?
- Allen te enseñara a su tiempo.
- Y si... -
Ruth me interrumpió antes de que pudiera terminar de hablar
- Es hora de que se marchen.
- Pero... -
Me empece a preocupar, todavía tenia muchas dudas, aun no me quería ir.
Parece que Ricardo vio mi preocupación, se acerco a mi y me abrazo.
- Pequeña, no tienes que preocuparte por tanto ahora mismo, enfocate en aprender lo necesario pero disfrutalo, se que será difícil pero tienes a alguien que jamás te dejara cargar con tantos problemas sola, te puedo asegurar que el siempre estara contigo y no solo porque sea tu guardian, si no porque el te ama, así que no te preocupes mi niña, ve y pateale el trasero a unos cuantos. - Dijo Ricardo en un tono muy bajo dejando salir una pequeña carcajada a la cual yo le seguí, me soltó de su abrazo pero antes me beso la mejilla. Su beso no era como el de Allen, era mas como un beso que te da mama o papa antes de ir a dormir, o algo así.
Yo sabia que lo que el decía era cierto pero yo no quería crearle tanta carga a Allen, no me gustaba la idea, así que si quería evitar eso tenia que controlar mi magia lo mas pronto posible, por nuestro bien y por el de los pocos seres mágicos y guardianes que quedaban en el mundo.
Allen interrumpió el hilo de mis pensamientos tomandome de la mano, voltee a verlo y el hizo lo mismo, siempre que pasaba eso nos perdíamos de todo, podíamos estar viendonos a los ojos por horas y no era aburrido, para mi, nuestras miradas decían mas que las palabras. 
Eder raspo su garganta y gracias a eso me acorde que estábamos en el mundo mágico. Sin muchas ganas moví mi cabeza para soltarme de aquella mirada tan hipnotizante. 
- Es hora de que regresen a casa. - Dijo Eder con un tono distinto al que había usado hasta ahora, parecía que le pesaba decir eso.
- Eder ¿Que pasa? - Como me había dado cuenta de aquel tono no podía quedarme con la duda de si era cierta o no mi predicción.
- No te preocupes Zoé, Eder siempre anda de sentimental.
- Eres un tarado Ricardo. -
Dijo malhumorado Eder mientras le lanzaba una mirada de odio a Ricardo, el se acerco a Eder y paso su brazo encima de su hombro, era un abrazo muy fraternal, verlo me causo mucha ternura.
- Corrigo: siempre andamos de sentimentales. - Dijo Ricardo mientras dibujaba una lagrima con el dedo en su mejilla
- Parecen nenas - Dijo Ruth mientras le sonreía a sus hermanos y se acercaba a ellos, Eder estiro su brazo libre y la tomo dulcemente del hombro para abrazarla. Parecían muy unidos y se querían mucho, me dio un poco de sentimiento pues yo siempre quise saber como seria tener un hermano o hermana ya que yo era hija única.
Eder, Ricardo y Ruth no dijeron nada mas, se marcharon entre risas despidiendose con un movimiento de la mano. No se me hizo raro eso ya que estaban muy absortos en su pequeña discusión sobre sentimentalismo.
- ¿Zoé?
- ¿Sip?
- ¿Nos vamos?
- ¿A donde?
- A donde mas, pues a casa pequeña.
- Ah si, y ¿Como volvemos?
- Sorpresa, cierra los ojos.
- A ¿Que te refieres con sorpresa?
- Preguntas demasiado.
- Y tu no respondes mucho.
- Buen punto.
- ¿Entonces?
- No te diré ya que lo aprenderás, ahora cierra los ojos.
- ¿No es mas fácil si me enseñas de una vez?
- Todo a su tiempo.
- Hmmm ¿Cuando lo aprenderé?
- Cuando tengas que aprenderlo.
- Dime por favor.
- Por favor.
- Que bobo.
- Cierra los ojos.
- ¿Para que?
- Solo cierralos.
- Pero ¿Para que?
- Hazlo.
- Ok mi general. -
Le dije con tono bromista mientras hacia un ademan de soldado obedeciendo al superior.
Cerré los ojos y no pasaron ni cinco segundos cuando Allen me hablo.
- Abrelos. - Cuando los abrí ya estábamos en la escuela. Alondra y Cristina apenas se estaban saliendo por la reja de la escuela, todo estaba igual que cuando nos fuimos, parece que era como el "Salón de clases" de Allen, no afectaba el tiempo de los humanos.
- Ahora a pretender que somos normales. - Le dije a Allen, el tono de mi voz fue un tono agobiado pues el se dio cuenta.
- ¿Estas bien?
- Si, solo que un poco cansada.
- Es normal ya que recuperaste todos tus poderes.
- ¿Es cierto que tengo infinidad de poderes?
- Sip, cualquier cosas que te imagines la podrás hacer.
- ¿Como volar y cosas así?
- Sip, incluso podrás mover objetos.
- ¿Cuando aprenderé todo eso?
- Después de que controles los cuatro elementos te enseñare a pelear cuerpo a cuerpo.
- ¿Con artes marciales y eso?
- Sip.
- Y ¿Por que primero eso y no lo de crear o encoger y eso?
- Porque es mas importante que primero aprendas a defenderte y atacar que eso.
- Ya veo.

Nos quedamos en silencio un buen rato mientras caminábamos hacia la salida de la escuela.
Cuando íbamos saliendo vimos a todos los de nuestro salón, algunos platicando y otros fumando, no era raro ver eso. Yo no era muy sociable con ellos, con los únicos con los que me llevaba mejor era con Alondra, Cristina y por supuesto Allen. De vez en cuando tenia una pequeña platica con alguna otra chava del salón, en cambio Allen se llevaba bien con todos. Dos chicos del salón que eran sus amigos se acercaron para despedirse. Parecía que iba a tardar así que me solté de su mano, al hacerlo el se volteo de inmediato un poco asustado, le sonreí para que no se preocupara y me fui a sentar a un pequeño espacio que tenia pasto a esperarlo. No estaba tan lejos así que oí su pequeña conversación.
- Parece que se enojo. - Dijo uno de sus amigos, creo que por el tono de su voz era un chico llamado Javier. 
- Mejor ve, no valla a ser que se moleste. - Dijo el otro chico, era Luis. Javier y Luis parecían hermanos ya que eran muy unidos.
- No, no esta enojada.
- Entonces ¿Por que te sorprendiste tanto cuando te soltó?
- Le pregunto Javier con la curiosidad pintada en el rostro.
- Amm... No... No lo se. - Dijo Allen un poco nervioso mientras con su mano se rascaba la nuca. Me causaba ternura verlo así, tan nervioso.
- Si lo sabes, ya dinos. - Le dijo Luis, o era yo o todo mundo hoy tenía un patrón para hablar ya que en esta vez, primero hablaba Javier y después Luis, me resultaba extraño eso pero ya empezaba a acostumbrarme.
- Lo que pasa es que...
- Es que... ¿Que? 
- Pues me resulta difícil tenerla lejos de mi, no me gusta la idea de estar separados.
- Aww que romántico.
- Dijeron Javier y Luis al mismo tiempo mientras le pellizcaban las mejillas a Allen. Oír lo que dijo Allen provoco que una gran sonrisa se dibujara en mi rostro.
- Hey, Allen, mira. - Le dijo Javier mientras señalaba a mi dirección.
- ¿Que pa... - Allen no pudo terminar de hablar cuando volteo, parece que algo lo había dejado mudo. Sentía su mirada en mi pero yo no podía dejar de sonreír por las palabras que el había dicho.
Escuche a Javier y a Luis susurrar entre si "Esta muy enamorado" pero Allen los escucho y les respondió sin voltear a verlos "Mas que eso, nos vemos luego". Alce mi mirada y vi como el se despedía de ellos con un ademan de la mano mientras se acercaba a mi.
Se sentó enfrente de mi y me miro fijamente a los ojos, yo por mas que quisiera no podía dejar de sonreír.
- Hola bonita.
- Hola bonito, ¿Que pasa?
- No tiene que pasar algo ¿O si?
- Supongo que no.
- Tome una de sus manos y me puse a jugar con ella haciendo trazos por la palma hasta la muñeca. El me seguía viendo fijamente.
- ¿Por que me ves tanto Allen?
- Porque me gusta mucho verte sonreír. 
- Pero no es raro en mi.
- Pero me gusta mucho esta sonrisa, la que haces cuando estas conmigo, es una tan autentica, tan natural... Tan mía.
- ¿Como es eso? 
- Si, mira cuando estas con los demás sonríes de una forma tan automática y tan acostumbrada, pero cuando estas conmigo es diferente, porque es autentica, porque la provoco yo y no te fuerzas a hacerla, si no que sale natural, por eso me fascina. -
Me dijo mientras con su mano libre acariciaba mi rostro y con su dedo pulgar siguió la curva que hacían mis labios al sonreír, recarge mi rostro en la palma de su mano y nos quedamos así por un buen rato. Nos olvidamos de que los del salón estaban a pocos metros de nosotros y oímos un audible "Aww" de su parte y eso provoco que me sintiera apenada y separe mi mirada de Allen para situarla en donde mi mano estaba jugando con la suya, el nunca soltó mi rostro ni aparto su mirada. De repente sonó mi celular, era un mensaje. Con mi mano libre intente buscarlo entre mis cosas pero era torpe y no lograba encontrarlo así que Allen me ayudo soltando mi rostro para sacarlo de mi mochila, darmelo y volver a tomar mi mejilla con su mano, los del salón vieron eso y se escucho otro enorme "Aww"
- Que inmaduros - Dije mientras veía de quien era el mensaje.
- ¿Quieres que nos vayamos? 
- ¡Rayos! 
- ¿Que pasa?
- Olvide por completo lo de mañana. -
El mensaje era de mi mama recordandome que invitara a Allen a comer y  pasar un rato mañana en la casa y que no llegara muy tarde hoy.
- ¿Lo olvidaste? - Dijo Allen sin ninguna sorpresa.
- ¿Tu no?
- Como podría olvidar algo tan importante como que conoceré a mi suegra mañana.
- Se nota que estas emocionado.
- Un poco.
- ¿Nos vamos?
- Claro, ¿Te acompaño a tu casa?
- Hmm... Ya tengo permiso para llegar como a las seis hoy.
- ¿Enserio? - Allen parecia mas emocionado por el hecho de que pasaríamos mas tiempo juntos que por que mañana conocería oficialmente a mi mama.
- Si, parece que mama se tomo muy bien que yo este saliendo con alguien.
- Eso es genial, entonces ¿Que quieres hacer? 
- ¿Que tal si vamos a comer algo? Muero de hambre.
- ¿Que se te antoja?
- Hmm... No se, ¿Te parece si vamos a la plaza que esta aquí cerca? Ahí hay muchos lugares donde podríamos comer. 
- Y después ¿Te gustaría ir al cine?
- Hmm... No, tengo un mejor lugar que te quiero enseñar.
- Oh, ¿En donde?
- Es sorpresa.
- Dime por favor.
- Por favor. -
Imite su comentario soltando una pequeña risa a la cual el le siguió. Era divertido estar con el, si por mi fuera, yo pasaría todo el día a su lado.
Dejamos de hablar y empezamos a caminar para ir a la plaza, no estaba muy lejos así que nos podíamos ir a pie. 
Allen se detuvo antes de entrar a la plaza y se puso frente a mi, se quedo viendome fijamente a los ojos. Su mirada era tan hipnotizante que me resultaba imposible soltarme de ella. Yo sabia lo que significaba esa mirada, lo sabia perfectamente, También sabia que aunque yo quisiera  no lo podría detener pues estaba completamente decidido a hacer lo que tenia en mente. 
Acerco su mano a mi mejilla y la acaricio dulcemente, dio un paso hacia mi quedando nuestros rostros a pocos centímetros de distancia, lentamente ambos fuimos acortando esos centímetros a milímetros hasta que lo inevitable sucedió, nuestros labios chocaron entre si formando un beso, puse mis brazos en sus hombros intentado acortar mas la distancia que ya no existía entre nosotros, el envolvió mi cintura con sus brazos y así estuvimos por un largo rato.
Allen se separo por unos segundos para verme a los ojos y susurrar "Te amo", no pude responde pues de inmediato mis labios volvieron a estar ocupados.





*Astil se refiere al cuerpo de la flecha
**Culatin se refiere a la parte final de la flecha que se incrusta en la cuerda para que esta no se salga al momento de tomar impulso con el arco.

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