lunes, 1 de agosto de 2011

Capitulo17: Visiones...

Después de que Ruth, Ricardo y Eder me dijeron todo lo que tenia que saber, o eso creí yo, los tres se fueron diciendo que regresarían pronto y que los esperáramos por unos minutos.
Ruth me explico que el dolor en mi muñeca fue causado por el mago que me llamo ya que lanzo una clase de ataque para matarme en ese instante pero Allen se dio cuenta y por eso nos saco de la escuela. No sabia en donde estábamos todavía, ni los tres guardianes ni Allen me habían dicho. Era un lugar extraño, era completamente blanco y solo tenia una banca del mismo color en la cual nosotros estábamos sentados tomados de la mano, el lugar era muy parecido a uno de los sueños que tuve al inicio.
- Allen, ¿En donde estamos?
- Estamos en lo que queda del mundo mágico.
- ¿A que te refieres con "lo que que queda"?
- Al no tener a las familias principales para protegernos, el asesino de tu padre destruyo la mayoría de este mundo.
- ¿Que paso con todos los magos y guardianes del mundo mágico?
- Casi todos fueron aniquilados ya que no querían obedecer al destructor.
- ¿Destructor?
- Así lo llamamos pues después de todo lo que ha causado todavía no sabemos quien es.
- ¿Y los sobrevivientes del ataque?
- Se han disfrazado para vivir entre los humanos.
- ¿Por que Ruth, Ricardo y Eder no me lo dijeron?
- No querían presionarte ni crear mas cargas en ti.
- Y ¿Por que me lo dices tu?
- Porque yo te conozco mejor que ellos y supe como ibas a reaccionar. -
En realidad si me conocía, que me dijera eso no presiono en absoluto, yo sabia que tenia algo que hacer y claro que lo iba a cumplir. Pero ahora ese debe iba a ser mucho mayor ya que también tenia que proteger a los humanos.
- Entonces, mi deber incrementa ya que el destructor los esta involucrando.
- Exacto y tenemos que hacerlo pronto o si no se enteraran de nuestra existencia.
- Si se llegan a enterar ¿Que pasaría?
- Al principio algunos se sorprenderían pero lo aceptarían, pero muchos otros lo divulgarían haciendo que esto fuera un escándalo mundial y atrayendo a otros gobiernos de varios a cazarnos.
- ¿Como que cazarnos?
- Si, nos empezarían a rastrear a todos los magos y guardianes para capturarnos.
- ¿Por que?
- Por la búsqueda del poder y la ambición, pero por eso tenemos que encontrar al destructor antes de que revele todo acerca de nosotros.
- ¿Como lo sabes con tanta exactitud?
- Ruth lo ha visto y me ha dicho.
- ¿A que te refieres con que lo ha visto?
- A que ella ha visto que pasaría si los humanos se enteraran.
- ¿Enserio?
- Si, cada uno de ellos tiene un diferente poder que ningún guardián posee, por eso son los superiores. Ruth ve el futuro, Ricardo puede borrar memorias o recuerdos y Eder puede manipular a los demás a su antojo, juntos son invencibles, pero aparte de eso son los guardianes mas antiguos que hay por no decir viejos, llevan cuatro siglos y medio vivos.
- Era impresionante lo grande que eran y la edad que aparentaban que no era ni un cuarto a la que en realidad tenían.
Tenia miles de dudas mas, era como un dejavu de la primera vez que hable con Allen de magia, solo que en diferente lugar.
Tenia que saber lo mas que pudiera para poder estar completamente preparada para cualquier cosa que pasara.
- Si son tan poderosos, ¿Por que no han detenido al destructor?
- Por que son, como yo, simples guardianes, no importa si son superiores, necesitan de un maho no hito, es la ley de vida de los guardianes: nosotros siempre dependeremos de un mago.
- ¿En donde están sus magos?
- Nunca tuvieron.
- No entiendo.
- Hmm, lo ponde fácil; ellos son superiores por sus poderes, ellos no están para pelear ni para proteger, solo están para asignar a los demás guardianes, aunque es diferente contigo ya que ellos te advirtieron que algo en tu vida cambiaría y te regalaron un poco de su energía con ese collar, pero eso fue por dos cosas; la primera por que eras la ultima de los protectores, y la segunda por que no estabas enterada de lo que eras y si no sabias serias un blanco fácil para el destructor.
- Y... ¿Me asignaron contigo por casualidad o ya lo tenían planeado?
- Ya lo tenían planeado.
- ¿Por que?
- Es larga la explicación.
- Tenemos tiempo Allen, ahora eso es lo que menos importa.
- Esta bien. Ellos sabían de tu existencia desde que estuviste en el vientre de tu madre. De hecho ellos conocían a tu padre y este fue quien les pidió que no te involucraran en todo esto pero para mantenerte protegida, el me creo desde antes de tu nacimiento.
- ¿Como que te creo?
- Si, todos los guardianes somos creaciones, no tenemos ni madre ni padre, nuestra única razón de existencia son nuestros magos. Solo que yo fui diferente ya que los superiores no me crearon si no que tu padre lo hizo, por eso soy mas humano que los demás, por eso yo me enamore de ti, por que yo, aparte de los superiores, tenia un corazon genuino, un corazon en el cual nadie me decía que podía o no sentir, en pocas palabras era independiente.
- ¿Los demás guardianes no son como tu?
- No, son como robots ya que solo están para proteger guiados por su instinto.
- En cambio tu te guías...
- Por el corazon.

No sabia porque mi corazón empezó a latir muy rápido, pero ahora no me podía detener para saberlo, tenia que preguntarle a Allen lo mas que pudiera antes de que los superiores llegaran.
Ahora tenia que preguntarle acerca del dichoso destructor.
- Sobre el destructor...
- Dime
- ¿Es el que me ha estado persiguiendo y al que tu intentabas rastrear antes de conocernos personalmente?
- Exactamente
- ¿Tiene algún otro plan?
- Son suposiciones las que tengo
- ¿Cuales son?
- La primera es que cuando te destruya, lo cual no pasara, se intentara apoderar del mundo humano. La segunda es que solo quiere acabar con el legado de las familias protectoras.
- ¿Hay una tercera suposición?
- No, como dije son puras suposiciones, pero de lo que si puedo estar seguro es que intentara por sobre todas las cosas...
- Matarme... -
Se me hizo un nudo en la garganta al pronunciar esa palabra
Allen subió sus pies a la banca de manera que pudo recargar su brazo libre sobre sus rodillas y escondió su rostro ahi, nunca soltó mi mano, al contrario la apretó mas fuerte, el estaba temblando.
- Yo nunca... permitiré que te pase algo. - Le tembló la voz. Parece que tenia un ataque de nervios.
Con mi mano libre tome su rostro. Lo primero que vi fueron unas lagrimas que se desbordaban de sus ojos.
Nunca lo había visto así.
Nunca había visto a alguien así... por mi.
Mis ojos se empezaron a llenar de lagrimas por verlo así.
Me dolía.
Nunca imagine que algo así pasaría.
No quiero que algo así vuelva a suceder.
Instintivamente me solté de la mano de Allen y lo abrace por el cuello acercandolo a mi y deshaciendo la forma en que estaba sentado, hundí mi rostro en su hombro.
- No llores... Por favor. - Le susurre.
- Es inevitable. - Dijo con la voz temblorosa mientras me abrazaba también.
- ¿Por qué?
- Porque Ruth también ha visto como el te captura y... -
Me apretó mas contra el. Sin la necesidad de que lo dijera yo sabia a que se refería.
- No va a suceder Allen.
- No lo sabes.
- Si lo se.
- ¿Como puedes saberlo?
- Por dos cosas.
- ¿Eh?
- La primera es por que te tengo... -
Se acomodo para verme a los ojos sin soltarme.
- ¿Por qué desde el principio haz confiado tan ciegamente en mi?
- Hmm... La verdad es que no lo se, solo lo hago, es raro ¿Verdad? Claro no es que yo sea una persona normal y... -
El me interrumpió con la mirada con la que me veía, había cambiado por completo, ya no era triste y eso me tranquilizo mucho. Me volvió a apretar contra el y recargo su barbilla en mi hombro.
No quería verlo así otra vez, así que tenia que volverme mas fuerte cuando obtuviera mis poderes completos.
- ¿Sabes Allen?
- ¿Que?
- Estuve pensando mucho en meterme a clases de karate o algo así.
- ¿Por que?
- Porque soy vulnerable en algún ataque cuerpo a cuerpo, como paso con Mauricio, así que tengo que hacer algo para no serlo.
- Tienes razón, buscaremos algún lugar y yo te enseñare. -
Ahora lo moví yo para verlo a los ojos.
- ¿Tu sabes karate?
- No exactamente karate pero si se luchar cuerpo a cuerpo.
- ¿Como aprendiste?
- Hmm... Creo que siempre he sabido, parece que tu padre me hizo así.
- Hablando de eso...
- ¿Que?
- Hmm... Tu y yo, ¿No seriamos como hermanos?
- No, porque el me creo con magia y a ti pues...
- Ya entendí. -
Dije mientras callaba con un dedo sus labios y le sonreía, el me regreso la sonrisa y me volvió a abrazar.
Ya no tenia mas dudas por el momento, solo quería seguir abrazando a Allen y estar junto a el.

Paso mucho tiempo hasta que regresaron los superiores.
Cada uno traía un objeto en sus manos.
Ruth traía el collar de mi padre.
Ricardo traía una espada.
Y Eder traía un arco y unas flechas.
Cuando llegaron Allen y yo nos dejamos de abrazar pero nos tomamos de las manos.
- Disculpen la tardanza, tenemos que apurarnos a devolver tus poderes Zoé, ven conmigo. - Me dijo Ruth mientras estiraba su mano hacia mi, yo la tome y ella me jalo para llevarme a otro lugar, Allen nos siguió pero Ruth lo detuvo. - Allen, tu no puedes venir, tienes que quedarte con Ricardo y Eder ya que te tienen que decir algo, yo la cuidare, no tienes de que preocuparte. - El no dijo ni una sola palabra, solo asintió.
Caminamos bastante pues ya no estábamos a la vista de los demás.
- Zoé, ponte este collar - El de mi padre - de manera que ambos queden uno al lado del otro.
Hice lo que me pidió mientras veía como Ruth se alejo de mi unos cinco pasos y volteo a verme, empezó a dibujar algo en el aire con su dedos. Cuando termino cerro los ojos y empezó a decir algo extraño. Cuando dejo de hablar un circulo como el que Allen hizo hace mucho para recuperar mis poderes apareció frente a ella, era mas pequeño.
Ruth movió sus manos en mi dirección y el circulo se situó debajo de mis pies haciéndose mas grande.
- Zoé, debes de cerrar los ojos, respirar hondo y estar calmada.
- Ok
- Y... Pase lo que pase no grites, debes de mantenerte calmada en todo el proceso o si no, probablemente fallara.
- Es... Esta bien.
- Vale, ahora cierra los ojos y haz lo que te acabo de decir.

Hice todo lo que me dijo.
Ruth empezó a decir cosas raras de nuevo.
Todo estaba calmado.
Hasta que pude sentir que una luz me rodeaba.
Quería abrir los ojos pero algo me lo impidió. Estuve a punto de entrar en desesperación pero recordé que me tenia que mantener calmada.
Volví a respirar hondo y una imagen invadió mi mente.
Era una ciudad totalmente destruida. Pude ver a una persona de espaldas a mi, era un hombre vestido de banco temblando, podía oírlo llorar.
Me acerque mas y mas a el hasta que quede justo detrás, solo unos centímetros nos distanciaban
-  ¿Te encuentras bien? - Dije estirando mi mano hacia su hombro pero tuve un mal presentimiento y la regrese a su lugar.
El no hablo, solo movió su cabeza dandome a entender que no estaba bien, camine lentamente para intentar ver su rostro, cuando me situe enfrente de el vi que sostenía algo en sus brazos.
- Hey, ¿que tienes ahi? - Levanto su rostro.
Me tire al suelo y empece a llorar.
La persona que estaba enfrente de mi era Allen sosteniendo mi cuerpo sin vida, el estaba llorando mi muerte.
¿Acaso esto fue lo que vio Ruth?
¿Esto es lo que pasaría si no detenía al destructor?
De repente empezó a temblar.
Todo empezó a caer.
Los restos  de la ciudad se derrumbaron aun mas.
Y Allen con mi cuerpo en sus brazos se desvaneció como su fuera polvo.
Fue igual con absolutamente todo lo que me rodeaba hasta que quede sola en un lugar completamente obscuro.
Corrí creyendo que llegaría a algún lugar pero parecía que mis piernas no se movían.
Me detuve y quise gritar ingenuamente pero ya no podía abrir mi boca, era como si estuviera pegada.
Me tire al suelo y me cubrí los ojos deseando que todo esto acabara pero no cesaba.
Empece a sentir algo extraño en mi interior, no sabia que sensación era pero no era para nada agradable.
Mi muñeca izquierda me estaba doliendo mucho, era un dolor familiar, la levante y pude ver como mas símbolos aparecían, parecía que cada símbolo era dibujado con la navaja de Mauricio. Ardía incluso mas que esa vez.
Quería poder despegar mis labios y gritar pero lo único que podía hacer era llorar.
Termino el dolor después de que una delgada línea llena de símbolos rodeo por completo mi muñeca, parecía una pulsera muy delgada.
Entonces esa obscuridad se derrumbo llevandome con ella.

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